Las tormentas del fin de semana pasado generaron dos emergencias en localidades del sur tucumano, que estuvieron relacionadas con la falta de planificación y de controles del sistema de evacuación del agua, por un lado, y por la falta de resolución de viejos problemas estructurales, por el otro. Nos referimos al desborde de un canal que afectó a los vecinos de dos barrios de Concepción y al aislamiento que padecieron los habitantes de Alto el Puesto (La Cocha) debido a que los torrentes que bajaron del cerro destruyeron los caminos y avanzaron por un enorme socavón que desde hace tiempo amenaza con afectar el edificio de la nueva escuela 295.
En el primero de los casos, unas 10 familias del pasaje Juangorena de Concepción sufrieron el anegamiento de sus viviendas y perdieron ropas, muebles y electrodomésticos, a raíz del aguacero del sábado. La causa del desborde del canal fue que un vecino había colocado una reja atravesada en un tramo del acueducto que pasa por su casa y esa valla en poco tiempo se congestionó con basura y provocó el desborde de las aguas hacia las casas. Aunque la Municipalidad responsabilizó del problema al vecino que puso la reja, uno de los habitantes reclamó que “este es un problema que viene desde hace tiempo a raíz de que toda el agua que llega desde el sur de la ciudad pasa por aquí. Y este canal es muy estrecho para contener tanta agua”. Efectivamente, el mismo encargado de Defensa Civil municipal reconoció que “es un sector en el que nunca se tendría que haber construido esas casas porque se sabía que es inundable. Primero se debería haber solucionado ese inconveniente y recién habilitado para su ocupación”. Consecuentemente, para resolver los problemas generados en esa zona inundable el director de Obras Públicas del municipio aseguró que la repartición a su cargo avanza en la construcción de un canal de 1.200 metros.
En el caso de Alto El Puesto, la lluvia del lunes volvió a dejar aislados a unos 500 pobladores, que sufrieron cortes de los accesos de las rutas 308 y 38. Además de que hubo gente que debió refugiarse en la escuela Isaías Nougués, cundió el temor de que el torrente que va agrandando el socavón termine afectando el establecimiento de la escuela 295, que fue trasladada hace tres años a causa de ese zanjón. En 2021 se anunciaron y ejecutaron obras de contención que fueron destruidas en una tormenta de diciembre.
En ambos casos, se pueden apreciar los choques entre la planificación de obras en función de las previsiones que se deben tener sobre tormentas y comportamiento hidrológico de los ríos, y la oportunidad y la magnitud de las tareas, a fin de que no se desperdicie esfuerzo y dinero sin solucionar los problemas. Después de la emergencia vivida en La Madrid a raíz de las inundaciones en 2017, hubo una reacción amplia en la provincia para estudiar los problemas de las lluvias y se hicieron avances para llevar a cabo un plan hidrológico. Han pasado cinco años desde entonces. Bueno sería que se concreten estos estudios y se comience a actuar con conocimiento de lo que sucede.